“Podría decir que ‘Sebas’ me acompaña desde que mi esposa estaba embarazada de él y ahí siempre ha andado conmigo en distintas canchas”…Definitivamente que hijo de tigre sale pintado, no había manera de que aquel pequeño Sebastián, hoy ya un joven que se aproxima a cumplir 17 años de edad, se desviara del camino del arco.
Warner Flores, portero que ha estado prácticamente ligado al fútbol playa desde el nacimiento propio de la disciplina, le ha inculcado a su hijo principios y valores que lo han hecho un muchacho de bien y ni qué decir en el área del deporte. Ambos comparten la misma pasión y el mismo puesto de portero.
Sebastián inició como portero en futsal, sin embargo, su sueño era seguirle los pasos a su papá en la arena, por lo que debutó en 2017 con Dimas Escazú en la exhibición de Juegos Deportivos Nacionales, luego un año más tarde estuvo en Goicoechea en JDN y Alto Rendimiento gracias al apoyo de Cristopher Campos
“Siempre le he inculcado la disciplina y el esfuerzo en cada entrenamiento y partido, en el cual le corresponda estar, sabedor de lo duro y difícil que es ser portero en cualquier disciplina y más en futbol playa que tenemos que estar muy concentrados porque un mínimo error es letal”, apuntó Flores, quien añadió que su hijo no tiene las mismas características que él en el arco.
“Creo que tenemos características distintas en el marco, él es más explosivo en las salidas y en el mano a mano mientras yo siempre he sido más de aguantar en el momento indicado para atacar el balón. Pero en el físico sí nos parecemos, somos muy altos, y eso nos ayuda, le he pedido que trabaje mucho la reacción abajo pues es algo que al ser tan altos se nos puede complicar un poco, pero con trabajo se solventa”.
Esta relación de arquero padre e hijo es muy sana, ambos están en constante comunicación para mejorar.
“Siempre después de un partido cuando venimos de vuelta para la casa conversamos de las jugadas en las que tuvimos participación y del partido en general, y normalmente le comento las situaciones en las que a mi parecer pudo hacer algo más y cómo corregirlas si es que noto que fue por alguna falencia en la parte técnica y sí he tenido comentarios de él hacia mí tanto positivos como negativos obviamente cuando uno comete un error es el primero en decirme esas palabras de aliento para saber que aún puedo hacerlo de mejor manera”, comentó Flores, de SF Macoy Alajuelita.
En canchas como las de Goicoechea, Hatillo, Sicorsa, Puntarenas, Punta Leona y Proyecto Goal ahí ha estado apoyándolo siempre Sebastián y eso según Warner es una inyección de motivación.
“Es curioso porque siempre estaba atento a los partidos y hasta le fecha luego de una buena acción mía él (Sebastián) es el primero en silbarme y darme su aprobación con el pulgar arriba , creo que nuestra relación de padre e hijo se complementa como la de unos buenos amigos que disfrutamos de una misma pasión y nos apoyamos mutuamente”.
Anécdotas tiene muchas, pero hay una en particular que ha marcado a Warner: “en un torneo de copa jugando yo con Valencia pitaron un tiro libre cuando estaba por terminar el partido y estábamos ganando por un gol y lo detuve, cuando salimos de la cancha ‘Sebas’ me dice ‘te grabé papi porque desde que lo pitaron yo sabía que usted lo iba a parar y en el video se escucha donde está diciendo vamos papi esa la paras, es tuya”.
Para Warner ser papá ha sido la bendición más grande y una gran responsabilidad de encaminar a Sebastián por los senderos del éxito y verlo crecer como deportista y persona.