El éxito de un equipo no solo se basa en el juego colectivo de sus jugadores sino también en el trabajo de su dirigencia y apoyo de la afición. Detrás de los cinco títulos de Limón FC aparece la figura de Alonso Yunis, portero y fundador de este cuadro caribeño al que ha mantenido a flote en los últimos 15 años.
Este empresario y ganadero de la provincia es un enamorado del fútbol playa y pese a que siente que su retiro está cerca ha vivido con intensidad y pasión cada momento en la arena y ha disfrutado a más no poder el bicampeonato logrado ante Punta Leona.
“Vi unas fotos en Facebook de gente burlándose de nosotros de que este año no íbamos a hacer nada, había personas que decían que estábamos viejos, nos querían retirar y al final sacamos la casta y silenciamos bocas. La lección es que la esencia no siempre está en la juventud sino en la experiencia”, manifestó Yunis, de 36 años y orgullosamente cédula 7.
“La gente en San José no cree que soy de Limón por lo blanco, pero acá los caribeños saben muy bien quienes son los verdaderos negros de piel blanca en la provincia. En el equipo somos una familia”, acotó.
Yunis abrió la puerta para que la “Tromba” tuviera su equipo de fútbol playa, allá por el 2001 logró inscribir al equipo en la Primera División.
“Siempre me ha gustado estar cerca del mar, sin embargo, por razones de piel no me metía a surfear con mis amigos, me puse a patear el balón en la arena con marcos de madera en Playa Bonita, vi que tenía destrezas y empecé a armar partidos. Luego me di cuenta que había una liga de fútbol playa y logré inscribir al equipo. De eso ya han pasado 15 años”, relató el portero caribeño.
El principio, como todo, no fue fácil, el camino estuvo lleno de piedras filosas, sin embargo, la sangre limonense poco a poco se impuso y empezaron a destacar en la liga. Los títulos de 2006, 2012, 2013, 2015 y 2016 los respaldan.
“Lo más difícil para Limón fueron las primeras temporadas porque no éramos llamados a ser grandes, estábamos en las últimas posiciones, la verdad que nos tocó llevar palo. Recuerdo que era apenas un estudiante y me llevaba hasta ocho jugadores en un mismo carro, nos pegaba un poco duro la gasolina y la comida. Tiempo más tarde el equipo se dio a conocer más y logramos algunos patrocinadores”, destacó Yunis, quien no inició como portero pero se fue perfeccionando con el tiempo.
“Tengo facilidad para jugar la bola con los pies en el área, antes de ser portero jugué en el campo, lo que pasa es que siempre me han gustado las pesas y mi masa muscular no me permite ser tan veloz. Peso 110 kilos, un poco pesado para ser jugador. Además tengo un buen remate de pierna izquierda, fui de los primeros arqueros en hacer goles de lado a lado”, aportó.
Los cinco trofeos que posan en su casa de habitación son fruto del esfuerzo de todo un equipo de luchadores que trabajan y estudian para ser mejores personas cada día.
“Es bonito ver esos cinco trofeos, cada uno significa constancia, sacrificio, la cantidad de viajes que debemos hacer, dejar de lado algunas cosas los fines de semana, todo por la disciplina de nuestros amores. Es gratificante la verdad”, sentenció Alonso.
Fuera de la arena, Yunis es todo un empresario de la zona gracias a los negocios que ha ido generando por herencia familiar.
“Mis padres ya murieron, fui heredado con algunas propiedades de alquiler y me he desempeñado como empresario y ganadero. Tengo un gimnasio, Yunis Fitness, una serigrafía y una carnicería. Amo trabajar con ganado, por eso todas las figuras de mis negocios tienen un toro de fondo, aparte de que mucha gente me dice que por mi estatura y grosor parezco un toro”.
Perder a sus papás desde joven lo hicieron madurar más rápido y enfrenta la vida con muchos retos por delante.
“La muerte de mis padres me marcó mucho, primero a los cinco años perdí a mi papá y a los 26 perdí a mi mamá. Recuerdo que me tocó vivir solo con mi mamá porque a mis hermanos los mandaron a vivir a Estados Unidos y vi como ella luchó contra un cáncer de mama terminal. Nunca olvidaré cuando ella le decía a mi hermana cómo quería que la enterraran. Fue una experiencia dura que tuve que superar y me hizo madurar como persona”, afirmó Yunis.
Aspira a tener más negocios porque también piensa en el progreso de la provincia, considera que con lo que él hace abre más puestos de empleo.
“Mis padres me dejaron el machetico y lo que hecho es afilarlo, esto ha generado empleo en la provincia”, finalizó.
Este amante de los topes sueña una vez más con ver a Limón peleando el “tri” en 2017.