Adiós 2018: El fútbol playa evoluciona

A pesar de que en 2019 el fútbol playa en Costa Rica llegará a su 20 aniversario, este año se han dado cambios importantes que marcan un precedente de la disciplina ante los ojos del aficionado y de la Federación Costarricense de Fútbol.
La masificación poco a poco toma mayor espacio en las diferentes zonas costeras y del Área Metropolitana, más personas, desde jóvenes hasta adultos, se interesan por jugar fútbol en la arena.

Los elementos saltan a la vista, por primera vez en la historia la Liga de Fútbol Playa incorpora equipos de la provincia de Guanacaste, una zona llena de talento y de un gran ambiente para la práctica del deporte. Sámara ADG en 2017 y Matapalo en 2018 llegaron a irrumpir la historia de los campeonatos de Primera División, ambos equipos siguen siendo protagonistas a tal punto que Sámara no se ha perdido una sola semifinal desde su nacimiento y tiene dos finales a cuestas. En el caso de Matapalo en su primera intervención en la arena en el primer semestre de 2018 levantó la Copa de Campeón.

“Los equipos de Guanacaste son aguerridos, hay material en la zona, y en cada fecha todos disfrutamos de la disciplina. No es casualidad que los equipos de Guanacaste estén ahí, hay esfuerzo, material humano, potencial para darle la pelea al resto de equipos”, indicó Kevin Castillo, del equipo de Sámara ADG.

En cuadros como Matapalo la mayoría son familia y trabajan en la pesca y el turismo. Desde que nacieron lo hicieron con un balón y pateándolo en la arena.

“Hay tíos, sobrinos, en realidad somos una gran familia que con mucho esfuerzo buscamos dar lo mejor y tenemos el respaldo de todo un pueblo”, dijo Freddy López, jugador de Matapalo. Y lo curioso es que Sámara y Matapalo son pueblos vecinos, comparten la misma playa, lo que los separa es un kilómetro de carretera.

El resto de equipos de la Liga: Leones Indomables, Puntarenas FC, Puntarenas Junior, Valencia, Punta Leona, Yunis Limón, Escazú, Dimas Escazú, Orión y Goicoechea también le han aportado a la arena buenos jugadores.
En el caso de Leones hizo historia al lograr el título de Clausura, el primero en su historia desde su creación en 2015 y además rompió la racha de ocho años que tenían los equipos del Área Metropolitana sin alzar un campeonato. Y por si fuera poco también se dejó la Copa Independencia.

Los diferentes cuadros también sumaron experiencia internacional, Leones por ejemplo fue campeón en El Salvador y Punta Leona campeón en México.

Hoy día la Liga alcanza la cifra de más de 200 futbolistas en campeonato y que muestran sus dotes en las diferentes zonas costeras del país, además del Proyecto Goal y Hatillo como sedes de los torneos en el Valle Central.

La temporada de la división de honor cerró con su cena y premiación, el mejor jugador del torneo fue Mario Barquero, de Sámara y la revelación Justin Medina, de Puntarenas Junior.

Más allá de lo deportivo, también se ha evolucionado en infraestructura, el Complejo Fedefutbol/Plycem, conocido como Proyecto Goal en San Rafael de Alajuela, ya cuenta con iluminación gracias al aporte de la Federación Costarricense de Fútbol, que les permite a los equipos entrenar y jugar de noche. Ahora el reto es electrificar más canchas en el país. También la Fedefutbol hizo una inversión importante al traer un técnico brasileño a la Selección Nacional, su nombre: Jefferson Martins.

“Queremos ser campeones del mundo”, fueron las primeras palabras de este ambicioso entrenador que vino a revolucionar la táctica de fútbol playa en Costa Rica.

Las bases
La liga menor también se ha abierto de par en par… Por primera vez en la historia el fútbol playa cuenta con una categoría de Alto Rendimiento y quedarán para la historia que los equipos de Escazú, Puntarenas Junior, Goiocoechea, Limón, Valencia y Cóbano en ser los pioneros de esta categoría. El primer campeón de esta categoría fue Limón.

“Era algo necesario para buscar que los más jóvenes se desarrollen y puedan luego llegar a la Primera División, además de un proceso de renovación que es normal en toda disciplina”, sentenció Stewart Gómez, presidente de Lifupla.

Además, se concretó la creación de las primeras tres escuelas de fútbol playa: Puntarenas, Limón y San José para las categorías desde los 8 hasta los 15 años de edad. Se llevaron a cabo tres festivales.

Por segundo año consecutivo el fútbol playa entró como exhibición en las justas de Juegos Nacionales. Garabito en masculino y Escazú en femenino se dejaron el cetro.

Y el fútbol playa no es solo para varones, las damas también hacen de las suyas en la arena. En el 2018 se realizaron cuatro festivales femeninos con participación de equipos de costa y del Área Metropolitana. Muchas de las jugadoras vienen de procesos de fútbol 11 y futsal, pero les encanta combinarlo con la arena. La intención de la Liga es arrancar en 2019 el primer Campeonato Nacional Femenino.

“Las mujeres también tienen su espacio en la liga, al igual que los varones existe talento y pretendemos que ellas se enamoren de la disciplina”, sentenció Gómez.

Sámara se dejó dos cetros, uno Matapalo y otro Dimas Escazú.

Y todo esto que logró el fútbol playa viene precedido de un buen equipo de trabajo, liderado por Stewart Gómez, quien asumió la presidencia este 2018.

El fútbol playa evoluciona.

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